El poblamiento del castillo

El recinto amurallado estuvo poblado desde siempre. El fuero concedido por el rey en 1172 establece las dimensiones que tienen que tener las casas, lo que pone de manifiesto la necesidad de limitar la superficie de las mismas probablemente porque así lo requería la existencia de un recinto amurallado. La población dispersa por el alfoz de San Vicente, se traslada dentro de los muros de la fortaleza como consecuencia de las guerras con Castilla lo que supuso ampliar el espacio para viviendas dentro del mismo.

Tenemos constancia de la presencia de la cerca o muralla por documentos que se remontan al siglo XIV, en los que aparece consignada como barrera baja o barbacana. Su función era la de delimitar el cortijo, un espacio concebido para servir de refugio a la población en caso de peligro. Las reformas y reparaciones en este muro perimétrico fueron constantes y se documentan desde el mismo siglo XIV.

Las restauraciones de la muralla inferior, han dejado al descubierto, junto a su cara interna, muros y suelos correspondientes a viviendas de distintas épocas. Las más antiguas, serían incluso anteriores a la construcción de algunos tramos de la muralla medieval y remitirían a los siglos XII y XIII. En cambio, otras, como las de la zona meridional, serían posteriores y, tal vez, surgieron a raíz de una iniciativa del rey navarro, Carlos II el Malo, quien, en 1367, sacaría a la venta los solares existentes dentro del recinto.

A partir del siglo XVI, sobre las parcelas medievales, se construyeron nuevos edificios de mayores dimensiones. Formando parte de las viviendas se han encontrado varias cuevas artificiales, aparentemente usadas para el servicio de dichas casas, sin vinculación con la muralla, cuyo destino seguramente fue el de almacén o bodegas, como tantos otros calados existentes en San Vicente.

The settlement in the castle 

The walled enclosure has been settled from its origins. The founding charter granted by the king Sancho VI of Navarre in 1172 established the dimensions that the houses must have had, showing the need to control the growth of the settlement inside the walls. The population of the territory of San Vicente moved within the walls of the fortress as a result of the wars with Castile.
 
There is evidence to suggest the presence of the wall or ‘cerca’ in documents of the 14th century, which appears consigned as a low barrier or barbican. Its function was to delimit the ‘cortijo’, a space designed to serve as a refuge for the population in case of danger. The repairs in this perimeter wall were constant and documented from the 14th century.
 
The archaeological excavation of the wall of the lower enclosure exposed, next to its intrados or inner side, the walls and floors of houses of different times. The oldest ones, even older than the construction of some sections of the medieval wall, may date back to the 12th and 13th centuries. Others, like those in the southern area, would be more recent and may have been erected as a result of an initiative of king Carlos II of Navarre, who sold the empty plots of land existing within the enclosure in 1367.
 
From the 16th century onwards, new buildings of larger dimensions were built. As part of the houses, several artificial caves have been found, apparently used as warehouses or wineries, like many other existing ‘calados’ in San Vicente.
 
  

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